jueves, 5 de septiembre de 2013

“LA FILOSOFÍA DE LA COMPLEMENTARIEDAD Y LA DESCRIPCIÓN OBJETIVA DE LA NATURALEZA”

Rioja, Ana. Universidad Complutense, Madrid. 

En el texto, se aborda la descripción de la naturaleza desde un punto de vista objetivo.  La idea principal, es la teoría con respecto a Bohr y Planck que plantean estudiar no sólo al observador, sino también al instrumento de medición, con lo cual se pretende descubrir dicha realidad objetiva, en otras palabras, la mejor forma de encontrar la objetividad de algún hecho es estudiando todos los puntos de vista  sobre el objeto a estudiar para así lograr una objetividad más precisa.

Sin embargo, a pesar de los términos y la lectura como tal (un tanto difícil), rescato en primer lugar, el ideal descriptivo clásico es decir, “Consistía en la determinación del estado cinemático-dinámico de los sistemas físicos, (la especificación del modo de coordinación espacio-temporal junto con la variación de su momento y energía como consecuencia de la interacción de dichos sistemas entre sí)”.

Dicha relación espacio-temporal –causal se daba en sistemas cerrados, donde factores muy “burdos” que eran pasados por alto como la luz, no eran precisamente tomados en cuenta para una descripción. De esta manera, la observación científica objetiva del mundo es darla tal cual, sin la intervención del sujeto que está observando. La física clásica es una idealización en la que el estado del sistema observado puede ser descrito como sistema aislado (cerrado). Posteriormente con la aparición de la teoría cuántica el sujeto ya no es sólo espectador, sino es actor-espectador.

Bohr, quien a través de su modelo cuántico del átomo explicaba que para medir con precisión la localización en el espacio de un objeto, debe conocerse igualmente con precisión la del aparato de medida, pero ello exige que dicho aparato esté rígidamente unido a la estructura. Con la teoría cuántica la perturbación causada por la medida no puede ser determinada, por lo que el objeto ya no es un sistema cerrado es un sistema abierto.


Para 1927, Bohr utiliza el término de complementariedad, los aspectos complementarios son los aspectos de los fenómenos que se excluyen mutuamente, pero que son necesarios para una descripción completa. Finalmente, los términos básicos que sobresalen desde mi opinión es la “Física clásica”: todo se observaba como un sistema cerrado, sin tomar en cuenta el exterior, lo que después cambió con la física cuántica donde los sistemas son abiertos (la descripción ya no será totalmente objetiva dependerá de diversos factores del exterior) y por último, el aporte de que los conceptos ya no se explican por sí solos, sino que se complementan con otros, así como la objetividad se podrá dar cuando se use una observación y en ella una comunicación con conceptos bien definidos.  

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