Rioja, Ana. Universidad Complutense, Madrid.
En
el texto, se aborda la descripción de la naturaleza desde un punto de vista
objetivo. La idea principal, es la teoría
con respecto a Bohr y Planck que plantean estudiar no sólo al observador, sino
también al instrumento de medición, con lo cual se pretende descubrir dicha
realidad objetiva, en otras palabras, la mejor
forma de encontrar la objetividad de algún hecho es estudiando todos los puntos
de vista sobre el objeto a estudiar para así lograr una objetividad más
precisa.
Sin
embargo, a pesar de los términos y la lectura como tal (un tanto difícil),
rescato en primer lugar, el ideal descriptivo clásico es decir, “Consistía en
la determinación del estado cinemático-dinámico de los sistemas físicos, (la
especificación del modo de coordinación espacio-temporal junto con la variación
de su momento y energía como consecuencia de la interacción de dichos sistemas
entre sí)”.
Dicha
relación espacio-temporal –causal se daba en sistemas cerrados, donde factores
muy “burdos” que eran pasados por alto como la luz, no eran precisamente
tomados en cuenta para una descripción. De esta manera, la observación
científica objetiva del mundo es darla tal cual, sin la intervención del sujeto
que está observando. La física clásica es una idealización en la que el estado
del sistema observado puede ser descrito como sistema aislado (cerrado).
Posteriormente con la aparición de la teoría cuántica el sujeto ya no es sólo
espectador, sino es actor-espectador.
Bohr,
quien a través de su modelo cuántico del átomo explicaba que para medir con
precisión la localización en el espacio de un objeto, debe conocerse igualmente
con precisión la del aparato de medida, pero ello exige que dicho aparato esté
rígidamente unido a la estructura. Con la teoría cuántica la perturbación
causada por la medida no puede ser determinada, por lo que el objeto ya no es
un sistema cerrado es un sistema abierto.
Para
1927, Bohr utiliza el término de complementariedad, los aspectos complementarios
son los aspectos de los fenómenos que se excluyen mutuamente, pero que son
necesarios para una descripción completa. Finalmente, los términos básicos que
sobresalen desde mi opinión es la “Física clásica”: todo se observaba como un
sistema cerrado, sin tomar en cuenta el exterior, lo que después cambió con la
física cuántica donde los sistemas son abiertos (la descripción ya no será
totalmente objetiva dependerá de diversos factores del exterior) y por último,
el aporte de que los conceptos ya no se explican por sí solos, sino que se
complementan con otros, así como la objetividad se podrá dar cuando se use una
observación y en ella una comunicación con conceptos bien definidos.
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