lunes, 18 de noviembre de 2013

El calentamiento al entrenar

Así como nos acordamos de la salud solo cuando no estamos bien, cuando sufrimos una lesión, o una fractura, lo mismo pasa con el calentamiento, la parte esencial del entrenamiento a la que menos importancia damos y la que más nos  puede ayudar a evitar molestias, pues sin duda es el mejor tiempo invertido en la sesión de entrenamiento y que aunque parezca absurdo tiene una lógica muy bien planteada, veamos porqué.

Un buen calentamiento debe constar de una parte de aumento de la temperatura general, es decir, algún ejercicio suave para mover el corazón y que así el aumento de flujo sanguíneo aumente la temperatura corporal. Si no sabes cómo empezar, 5 minutos en bicicleta, escaladora o en la cinta  serán más que suficientes. Posteriormente a esto, se comenzará con el calentamiento articular, incidiendo en las articulaciones que van a trabajar para el siguiente ejercicio, por ejemplo unas circunducciones de hombros, codos y muñecas. A continuación, se deberá calentar la zona muscular que vamos a trabajar durante el entrenamiento. Para ello se debe cargar una resistencia del 35% de la que cargaremos para la primer serie, con dicho peso se empezará con movimientos lentos y cortos para ir ampliando paulatinamente la velocidad.

De esta manera y posterior al calentamiento muscular, ya se está en condiciones de cargar el peso deseado con tranquilidad. No hay que olvidar que antes de cada serie es recomendable repetir el calentamiento articular, aunque sea con un par de movimientos casi instintivos de muñecas, codos y hombros, sobre todo, ya que estas zonas son las más importantes para evitar cualquier lesión.   

Por último, no olviden que un buen calentamiento es esencial para rendir al 100% desde la primera serie, que es a la que más partido podemos sacar al estar frescos y por ello poder llegar a un mayor nivel de esfuerzo. 

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